Slavoj Žižek, el filósofo marxista y lacaniano más provocador de nuestra época, lanza una crítica demoledora contra la cultura woke: lejos de ser progresista, la considera una ideología regresiva que estabiliza el capitalismo global y desactiva la verdadera lucha de clases. En este vídeo analizamos sus argumentos más potentes: el wokismo como "opio identitario", el superyó cruel que genera culpa infinita, la anécdota freudiana del niño quemándose aplicada al "despertar" controlado, y cómo las políticas identitarias (pronombres, diversidad corporativa, cancelación) desvían la energía revolucionaria hacia batallas simbólicas que no tocan las estructuras materiales de explotación. Una crítica de izquierdas al progresismo actual que duele porque viene de uno de los suyos.