El Comité Olímpico Internacional (COI) prepara un cambio histórico en sus normas de elegibilidad para los Juegos Olímpicos Los Ángeles 2028, priorizando el sexo biológico como criterio principal. Esta reforma, impulsada tras la orden ejecutiva de EE. UU. en 2025 y la nueva política deportiva nacional, afectará directamente a las atletas transgénero, que deberán competir en categoría masculina o mixta a partir de 2026. Instituciones como la NCAA y el Comité Olímpico de EE. UU. ya adoptaron medidas similares, en un contexto marcado por casos como el de Lia Thomas. El COI también revisa la situación de deportistas con Diferencias de Desarrollo Sexual (DSD), como Caster Semenya e Imane Khelif, quienes no quedarían excluidas automáticamente, aunque seguirán sujetas a las normativas de sus federaciones internacionales. La reforma busca responder al debate global sobre equidad deportiva, ventaja competitiva y protección del deporte femenino, mientras persisten interrogantes sobre privacidad, regulación médica y futuro competitivo.